Las catástrofes nos muestran como somos realmente, estar con una personas en las maduras es fácil y cómodo pero estar con alguien en las duras es más complicado.
Hace unos días hemos visto como la tierra y el agua se aliaban para atacar a Japón. Las consecuencias de esto ha sido una catástrofe enorme:
Esta claro que esto es poca cosa porque lo realmente importante es:
- Saber cuando sale la 3DS.
- Saber si se cancelan juegos de Sony.
- Quedarse sin jugar a su juego preferido.
- Ver fotos de cuerpos desmembrados.
- Ver un gran filón de beneficios en los metales.
Además de semejantes animalitos, nos quedan los oportunistas, los amantes de la pancarta que tienen que aprovechar el momento de decir lo mala que es la energía nuclear, y otros que por lo menos sirven para echarse una risas. como nuestro amado Bisbal que ha aprovechado esta catástrofe para hacerse publicidad. Al menos no se ha soltado una frase de su estilo como serían:
- Nunca se han visto tan vacías las tiendas de Nintendo en Japón, ojala pronto se sepa algo de las 3DS.
- Nunca se vio el Monte Fuji tan poco transitado. Ojalá se acaben pronto los tsunamis.
Espero y deseo que la cosa no vaya a peores, que no haya un segundo Chernobyl (sin ser especialista tengo serias dudas de que eso pueda ocurrir cuando medio mundo esta ayudando por lo que pueda pasar y el otro medio por que se esta jugando el negocio de la energía del futuro a medio plazo) y como dijo un hombre muy sabio:
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.
Sin más, me despido dando mi más profundo pésame a Japón y esperando que dentro de no mucho tiempo todo vuelva a la normalidad. Cosa que con su cultura y forma de ser, seguro que logran.
