Siempre pensamos que el dinero da la felicidad y otras muchas cosas como la salud, pero de vez en cuando la vida nos demuestra que no.

Tengo que reconocer que nunca me ha gustado Apple, no me gusta su política de derechos de autor, sus precios, su forma de vender sus productos y casi que sus productos en general. Esto último me han dicho que es porque nunca he tenido uno, así que le daré el beneplácito de la duda.

Pero esto no quita que haya sido un visionario, uno de los grandes cerebros de los últimos años, un personaje que ha creado tendencia, y en definitiva una persona de las que con su muerte, todos hemos perdido algo. Antes de acabar os dejo una película sobre sus inicios.

Descanse en paz.