Hoy vamos a comentar una curiosidad por ser hoy un 29 de Febrero.
Durante muchos año se uso el calendario egipcio, pero Julio Cesar quería establecer un calendario de 365 días y cuarto, fijando un año bisiesto cada cuatro años. El inicio de la contabilidad de los años romanos se establecía en la fundación de Roma (en 753 A.C. «Ab Urbe Condita»). Su intención era hacer coincidir el inicio del año con el día más corto, que para Roma era el 21 de diciembre actual. Con ello el invierno debería empezar el 1 de enero para el calendario que se intentaba crear.
Pero por la superstición del pueblo romano que quería un calendario lunar, el senado romano fue el que provocó que el año comenzase en la luna nueva de ese año, esto provoco que se presentara 10 días después del solsticio de invierno. Por esto tenemos que el año empezar el 1 de Enero.
Con esta nueva duración del año, se resolvió parcialmente el problema del calendario egipcio introduciendo un día extra cada 4 años (años bisiestos). Pero para compensar el desplazamiento respecto del calendario egipcio, al primer año de aplicación de este calendario se le añadieron 2 meses extra, así como 23 días más en Febrero. Por eso, el año 46 a.C. es el año más largo registrado, con 455 días.
Este calendario resultó bastante preciso y se conservó en uso hasta el siglo XVI cuando se hizo notable la acumulación de los pequeños errores. Estos errores surgían por la diferencia entre la duración real del año (365,2421991 días) y la supuesta (365,25 días). El error acumulativo era de 0,0078009 días por año. Pasados 1622 años resultaban 13 días, o sea casi medio mes.
Este error ya es menor que el que se arrastraba con el calendario egipcio, pero aún así, requería una solución, y ésta fue el calendario gregoriano: Introducido por el Papa Gregorio XIII en 1582, modifica el juliano evitando los años bisiestos cuando caen en las centenas excepto cuando son divisibles por 4. Así, el año 1900 no fue bisiesto y sí lo fue el 2000. Cuando se introdujo este calendario se decretó que el día 5 de octubre fuera el 15 de octubre para corregir el desfase entre el calendario juliano y el solar. Por tanto, el año 1582 es el año más corto registrado en la historia, con 355 días de duración.
Aún hay un error de 0,00030009 días por año. O sea 43,2 minutos por siglo. En otras palabras, el calendario perderá un día cada 33 siglos, quedando tiempo suficiente para buscarle una solución.
Una gran curiosidad de la historia.
Via | LuisBernal