Hace bastante tiempo tuve problemas en la compra de un piso. El piso fue comprado a un banco que lo había embargado a un promotor, que se puso a hacer pisos como loco y vendió dos de los 32. La compra se hizo por hipoteca con otro banco mientras que se vendían el resto de pisos de la zona. Como se puede suponer, la zona fue la típica zona periférica que se quedo a medio vender en el 2008-2009 con el estallido de la búrbuja inmobilaria.
Mirando por internet pude ver que es un problema muy típico en toda la geografía española, que no depende del reino de taifa donde se vive, y que tiene un afán recaudatorio. Al dejarse de vender pisos, la caída de la recaudación es enorme, y hay que sacar el mismo dinero, aún a costa de seguir estrujando a los tontos y pringaos de siempre. Sigue leyendo